En este punto, Phoenix Resurrection parece destinada a tomar su lugar junto a los muchos otros decepcionantes eventos X-Men de los últimos años. Y las mejoras que hace la serie en términos de trazado en el número 3 van acompañadas de una gran disminución de la calidad visual. Este es solo uno de esos comics que parece condenado a retroceder un paso por cada paso adelante.
En el lado positivo, el número 3 es algo más exitoso que los dos capítulos anteriores cuando se trata de equilibrar las historias de X-Men centradas en Jean Gray en conjunto. Ya no vagando sin rumbo por el mundo en busca de pistas relacionadas con Phoenix, los X-Men han comenzado la búsqueda de su camarada caída en serio. Eso permite que Matthew Rosenberg traiga a otro jugador importante del pasado de Jean al juego, lo que resulta en una pequeña reunión divertida que también ayuda a agregar un mayor impulso a la narración. La lucha de Jean continúa teniendo peso, particularmente a medida que la naturaleza de su extraña realidad se vuelve más clara y sus poderes se vuelven aún más descontrolados.
Pero si la narrativa se siente más centrada y cohesiva en este capítulo, el comic todavía tiene una cualidad ligeramente vacía. Este problema ya pasó y terminó con demasiada rapidez, fallando en construir al crescendo que necesita dada la profundidad de la serie que tenemos ahora. A pesar de todas las mejoras narrativas hechas en este tema, todavía no puedo evitar sentir que estamos caminando por la resurrección de Jean para llegar a la verdadera esencia de esta historia, que es lo que sucederá a continuación en X-Men Red.
Y de nuevo, la caída en la calidad visual es suficiente para contrarrestar por completo la historia mejorada. Joe Bennett ha estado haciendo un gran trabajo tanto en Marvel como en DC recientemente, lo que hace que su pobre actuación aquí sea aún más sorprendente. Debo asumir que este problema fue elaborado en un plazo apretado. El trabajo de figura de Bennett es inusualmente flojo y descuidado. Las proporciones de los personajes a menudo son francamente estrafalarias, ya sea por el físico de Jean's Slenderman o por otro personaje cuya columna vertebral también puede ser de goma. El trabajo fortuito a menudo impide los ritmos emocionales de la historia. Colorista Rachelle Rosenberg continúa proporcionando un cierto grado de consistencia visual entre los problemas, pero hay mucho que puede hacer para suavizar las asperezas significativas en este capítulo.
Calificación Final: 5/10
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