Tras ofrecer una minúscula muestra de la jugabilidad del esperado Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, título al que sólo le faltan Redux o Revelations para ser más ridículamente largo, Kojima al fin ha decidido mostrar una gameplay de su nueva obra.
En primer lugar, no creo que esta sea la mejor forma de mostrar un gameplay que pretende ser tan innovador en la saga. El vídeo a primera vista parece ser una suerte de Metal Gear Solid 4 sin radar, sin camuflaje y con la interfaz y el inventario cambiada y reducido respectivamente.
Sin duda uno de los aspectos que más me ha llamado la atención es la interfaz: Kojima quiere reducirla al mínimo para ofrecer una experiencia más cinematográfica, y por eso ha tomado decisiones como poner vida regenerativa. Pero sin embargo, cuando se agarra a un soldado, se pega contra una pared o simplemente se acerca a un objeto con el que interactuar, un icono nos recuerda que si pulsamos un botón podemos hacer algo al respecto, cuando Kojima explicó cómo se le darían facilidades al jugador y, por ejemplo, se pondría un tiempo bala para intentar eliminar a un guardia al ser descubierto, me temí que Metal Gear Solid se vendería al estilo de Splinter Cell. Ahora resulta que está tomando notas del Splinter Cell original.
Pero no todo son malas noticias, gente: en doce minutos de juego no hay una sola cinemática ¡Kojima está cumpliendo su palabra! Aunque, sin embargo, me gustaría centrarme en realidad en lo que no he visto. No he visto casi ninguna diferencia real entre este Metal Gear Solid y los anteriores. El prometido escenario abierto se ve diluido al plantear la acción en una base militar: el entorno más evidente para dejar libertad de acción al jugador. Nada de montar a caballo, nada ocultarse entre los barriles del camión.
0 Comentarios:
Publicar un comentario